-AGRIDULCE: LAS MAFIAS DE TAXISTAS EN CANCÚN AHUYENTAN AL TURISMO.
-LAS AUTORIDADES SON OMISAS, NO VEN NI OYEN NADA DE LO QUE PASA EN AQUELLA ZONA DE QUINTANA ROO.
AGRIDULCE, EXPRESIONES Y MÁS.
Por el Mtro. José A. ORDÓÑEZ González.
Las mafias de taxistas en la zona turística de Cancún ahuyentan el turismo, con los abusos en los cobros y el trato que brindan a los extranjeros que llegan a vacacionar a las playas hermosas del Caribe mexicano. Además del conflicto que traen con los dueños y conductores de UBER.
A raíz de la oposición manifiestan de las agrupaciones de taxistas para que en aquella zona no se permita que la plataforma UBER, preste servicio, con el fin de lograr su propósito, esas mafias se han dedicado a agredir a los choferes de la aplicación citada con todo y pasajeros.
Todo esto ocurre a plena luz del día y a la vista de todos, por lo que resulta extraño que las autoridades nunca lleguen a prestar auxilio a las personas agredidas y detener a los taxistas que provocan la camorra actuando como verdaderos gánsteres.
Hace días, una mujer de nacionalidad Bielorrusa, compartió a través de una red social un video en el que narra la forma en que los prestadores de ese servicio abusan de los pasajeros extranjeros.
Refiere en ese video que con un acuerdo inicial de pago de $150 pesos por un traslado, al llegar al destino le cobraron $250 pesos, según esto porque tomó otra ruta. Al negarse a pagar, fue amenazada, le dijeron que la llevarían a otro lado, para matarla.
Esto ocurre de manera cotidiana con los taxistas en la zona de Cancún; muchos turistas se están quejando, pero las autoridades no hacen nada al respecto. Se trata de un modo operadi similar a la que utilizan los grupos de delincuencia organizada para extorsionar.
Recientemente se presentó un incidente donde un grupo de taxistas pararon a un Uber, bajaron a los turistas, le echaron ácido en la cara al conductor y nada pasó. Estas agresiones, como los demás actos de intimidación que llevan a cabo la mafia de taxistas en Cancún, tienen como finalidad que no entre la aplicación (UBER).
Derivado de esta pugna, los principales perjudicados han sido los turistas, quienes han tenido que caminar varios kilómetros con su equipaje para llegar al hotel o para ir de regreso al aeropuerto. Grandes filas de extranjeros y nacionales, en muchos casos familias con menores de edad, se les ve caminar por las avenidas y carreteras de Cancún, para llegar a su destino, por el cierre de las vías de comunicación que en señal de protesta llevan acabo los taxistas, provocando un verdadero caos en la zona.
Cabe señalar que el conflicto entre taxistas y transportes de aplicación en Cancún lleva varios años, pues fue en 2016 cuando UBER comenzó a operar en la región; en 2017 tuvieron que salirse, con la promesa de trabajar con el gobierno en una regulación incluyente.
Uber anunció su regreso a las calles de la zona turística de Cancún, a mediados del 2019, luego de que un juez suspendió de forma definitiva la Ley de Movilidad que los catalogaba como transporte público sujeto a concesión. La empresa promovió un amparo el cual fue resuelto el 11 de enero por el Tercer Tribunal Colegiado del Vigésimo Séptimo Circuito, que confirmó que Uber no debe ser regulado por el estado de Quintana Roo.
La resolución de ese amparo generó descontento entre los taxistas quienes en respuesta atacaron a los conductores y pasajeros de UBER; además, han bloqueado los accesos del Aeropuerto Internacional de Cancún, provocando pérdidas cuantiosas a hoteleros y al sector turístico de aquella zona.
A mis lectores les comento que las reacciones a este problema ya iniciaron, no por parte de las autoridades mexicanas, por desgracia provienen de la Embajada de Estados Unidos en México; el pasado 23 de enero emitió una alerta de seguridad para sus ciudadanos y describe el conflicto entre las mafias de taxistas con las aplicaciones como UBER, que en muchos casos se han tornado violentas, lo que resulta en lesiones a ciudadanos estadounidenses en algunos casos.
Lo AGRIDULCE de este asunto es percatarnos que existe una evidente negligencia e incapacidad de los funcionarios de los tres ordenes de gobierno en el ámbito de Seguridad Pública, crece el problema y con ello las agresiones suben de tono al grado de poner en riesgo la libertad, la integridad y la vida de los choferes de UBER y de los turistas que trasportan. Es una bomba de tiempo a punto de estallar con las consecuencias que ello implica.
Al final, la inacción de la autoridad, provocará que cada quien haga justicia por su propia mano. No dejan otra opción a los buenos ciudadanos. Por lo que urge que el gobierno diseñe una estrategia integral para resolver de la mejor forma las inconformidades de unos y otros. De no hacerlo, se corre el riesgo que la bomba estalle en cualquier momento. ¡HE DICHO!