-AGRIDULCE: NEGLIGENCIA DEL INM PROVOCA LA MUERTE DE 39 MIGRANTES EN CD. JUÁREZ.
AGRIDULCE, EXPRESIONES y MÁS.
Mtro. José A. Ordóñez González.
Lo sucedido en ciudad Juárez, Chihuahua es inaceptable; la muerte de 39 migrantes centroamericanos detenidos, hacinados y encerrados que perecieron quemados y asfixiados, es responsabilidad del personal de la delegación del Instituto Nacional de Migración (INM) comisionados en aquella ciudad.
De acuerdo a las primeras versiones, la tragedia se suscitó porque los migrantes se encontraban encerrados bajo llave en el área de alojamiento para extranjeros del sexo masculino y provocaron el incendio para que les abrieran.
Sin duda los migrantes encerrados reclamaban algún maltrato y su forma de protestar fue quemando las colchonetas lo que al final provocó la muerte de 39 y las afectaciones de otros 29 de ellos.
¿Y los derechos humanos de los migrantes?
En este caso se desprende que fueron tratados como viles criminales, cuando su única falta fue emigrar por necesidad de sus países de origen en búsqueda del sueño americano.
La Delegación del Instituto Nacional de Migración (INM) en aquella ciudad fronteriza informó que ascendieron a 39 los migrantes fallecidos en el incendio de la estación migratoria de Ciudad Juárez, la noche del pasado lunes, lamentando la muerte de los migrantes y señalando que el incendio se originó poco antes de las 22:00 horas de este lunes en el área de alojamiento de la Estancia Provisional de Ciudad Juárez, Chihuahua.
Ahora resulta que el Instituto Nacional de Migración rechaza enérgicamente los actos que derivaron en esta tragedia, cuando es obvio que existen responsabilidades penales, civiles y administrativas para el personal involucrado, puesto que alguien ordenó encerrarlos y a la postre no les permitió salir cuando se provocó el incendio.
Falta que el gobierno justifique este terrible delito diciendo que los propios migrantes se inmolaron, provocando ellos mismos su muerte, cuando debieron estar al menos, vigilando y monitoreando el encierro ilegal de los centroamericanos.
El gobierno federal debe actuar en consecuencia y llevar ante la justicia a los responsables de esta tragedia. De no hacerlo, además de incrementar el alto índice de impunidad que existe en nuestro país, provocará que este hecho lamentable se equipare a la sucedido en la Guardería ABC de Sonora, ocurrida en el sexenio de Calderón.
A mis asiduos lectores les comento que hasta este momento no se observa la actuación inmediata de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) en este caso; se espera su intervención y su recomendación legal donde se establezca la notoria y evidente violación de los derechos humanos de los migrantes hacinados y encerrados como viles delincuentes.
Lo AGRIDULCE de este lastimoso y doloroso evento, es darnos cuenta como las autoridades migratorias mexicanas, con el fin de congratularse con el vecino país del norte, infiere tratos crueles e inhumanos a nuestros hermanos centroamericanos que arriesgan hasta su propia vida con tal de llegar a México y cruzar la frontera norte. ¿Dónde queda el respeto a sus derechos humanos? ¿Cuántos más deben morir para sensibilizarnos y solidarizarnos con su noble propósito de llegar a los E.U., para mejorar las condiciones de vida de sus familias?
Al final, en éste y en la mayoría de los casos, las autoridades migratorias mexicanos se pasan por el arco del triunfo el contenido de las fracciones XXV y XXVIII de la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, relativo a la prohibición de detenciones arbitrarias y el derecho de asilo; y los numerales 4.1 y 5.1, 5.2, 71, 7.2, 7.3, 7.4, 7.5, 8.1, 22.1, 22.7, de la Convención Americana sobre Derechos Humanos (Pacto de San José). Deben establecerse las responsabilidades de la tragedia de los migrantes de cd. Juárez, con todo y que ya tratan de justificar lo injustificables diciendo que fueron ellos, los centroamericanos, quienes provocaron el incendio. Los mexicanos debemos exigir a la FGR que actúe en consecuencia, porque también nosotros tenemos otros datos. ¡HE DICHO ¡