GAZA/JERUSALÉN, 2 nov (Reuters) -Las fuerzas israelíes se han adentrado en los suburbios de la ciudad de Gaza en su asalto sobre los militantes de Hamás en la mitad norte de la Franja de Gaza, dijo el jueves el primer ministro Benjamin Netanyahu.
Gaza se ha convertido en el centro de los ataques de Israel, que ha prometido aniquilar la estructura de mando del grupo islamista palestino y ha pedido a los civiles que huyan hacia el sur.
«Estamos en el punto álgido de la batalla. Hemos cosechado éxitos impresionantes y hemos pasado las afueras de la ciudad de Gaza. Estamos avanzando», dijo Netanyahu en un comunicado difundido por su oficina, que no entregó más detalles.
El general de brigada Iddo Mizrahi, jefe de los ingenieros militares israelíes, declaró que las tropas se encontraban en una primera fase de apertura de rutas de acceso en Gaza, pero que estaban encontrando minas y trampas explosivas. «Hamás ha aprendido y se ha preparado bien», afirmó.
Los combatientes de Hamás y de su aliado, la Yihad Islámica, salían de los túneles para disparar contra los tanques y luego desaparecían de nuevo en la red, dijeron residentes y mostraron videos de ambos grupos, en operaciones al estilo guerrillero contra un Ejército mucho más poderoso.
Los llamamientos internacionales a una pausa humanitaria en las hostilidades no fueron escuchados, y el sufrimiento de los civiles palestinos no cesó. Expertos de la ONU dijeron que corrían «grave riesgo de genocidio».
Los civiles palestinos han sufrido escasez de alimentos, combustible, agua potable y medicinas. «El agua se está utilizando como arma de guerra», declaró Juliette Touma, portavoz de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos UNRWA.
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, antes de partir hacia Oriente Medio el jueves, dijo que discutiría medidas concretas para minimizar los daños a los civiles en Gaza, tras haber dicho antes que estaban soportando la peor parte del conflicto.
Más de un tercio de los 35 hospitales de Gaza no funcionan, y muchos se han convertido en improvisados campos de refugiados.
La nueva guerra de un conflicto que dura ya décadas comenzó cuando combatientes de Hamás atravesaron la frontera el 7 de octubre. Israel afirma que mataron a 1.400 personas, en su mayoría civiles, y tomaron más de 200 rehenes en el día más letal de sus 75 años de historia.
El posterior bombardeo israelí del pequeño enclave palestino de 2,3 millones de habitantes ha acabado con la vida de al menos 9.061 personas, entre ellas 3.760 niños, según las autoridades sanitarias de Gaza.
Aunque los países occidentales, y Estados Unidos en particular, han apoyado tradicionalmente a Israel, las desgarradoras imágenes de cadáveres entre los escombros y las infernales condiciones en el interior de Gaza han desencadenado llamados a la moderación y protestas en todo el mundo.
«NO SOMOS ANIMALES»
Tras un bloqueo total de Gaza durante más de tres semanas, se permitió la salida por el extremo sur a quienes tienen pasaportes extranjeros y a algunos heridos. El funcionario palestino de fronteras Wael Abu Mehsen dijo que 400 personas saldrían hacia Egipto por el paso fronterizo de Rafah el jueves, después de que lo hicieran unas 320 el miércoles.
Decenas de palestinos heridos en estado crítico iban a cruzar también.
«Quiero pasar. No somos animales», dijo Ghada el-Saka, una egipcia en Rafah que esperaba volver a casa tras visitar a unos familiares. «Hemos visto la muerte con nuestros propios ojos», añadió, describiendo un ataque cerca de la casa de sus hermanos que la obligó a tener que vivir en la calle junto a su hija.
El sur de Gaza tampoco se libró de la violencia, con tres palestinos muertos por el bombardeo de tanques cerca de la ciudad de Jan Yunis y un ataque aéreo que mató a cinco al exterior de una escuela de la ONU en el campo de refugiados de Beach, dijeron funcionarios de salud gazatíes.
La oficina de medios de comunicación de Gaza, dirigida por Hamás, dijo que al menos 195 palestinos perecieron en los dos ataques del martes y el miércoles, 120 desaparecieron y al menos 777 personas resultaron heridas.
Israel, que acusa a Hamás de esconderse detrás de los civiles, dijo que abatió a dos líderes militares de Hamás en el campo de refugiados de Jabaliya.
En medio de la indignación expresada por las naciones árabes por las acciones de Israel, el alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos también se mostró preocupada por la posibilidad de que los «ataques desproporcionados» de Israel puedan constituir crímenes de guerra.