«El ombligo del mundo» o lo que es lo mismo «Te Pito o Te Henua». Así es como llaman los habitantes de Rapa Nui a su hogar, una de las islas habitadas más remota del mundo. Declarada Patrimonio de la Humanidad en 1995, la Isla de Pascua es un territorio de ultramar perteneciente a Chile cuyos primeros habitantes llegaron, se cree, sobre el siglo IV d.C. En medio del Océano Pacífico, entre Chile y la Polinesia Francesa, su mayor reclamo turístico son las enormes estatuas de piedra conocidas como Moáis.
Estas estatuas representan el alma de los antepasados difuntos y, según algunas teorías, se construyeron un total de 600 entre los siglos XII y XVIII, de las que aún quedan algo más de 300 en pie. Pero este no es el único atractivo turístico de la isla. Cuenta con una riquísima naturaleza presidida por los volcanes el Maunga Terevaka, el más alto de la isla, y el Rano Raraku, conocido como la cantera de los moais de él se extrajo la piedra con la que se construyeron-. Además, el complejo arqueológico Tahai-Ko Te Riku en Hanga Roa, capital de Isla de Pascua, y los diferentes altares conocidos como ahu son de imprescindible visita.