-CESA LA VIOLENCIA Y LA INSEGURIDAD CON LA LLEGADA DE LA NUEVA PRESIDENTA.
AGRIDULCE, EXPRESIONES y MÁS.
Mtro. José A. Ordóñez González.
La violencia e inseguridad que se vivió en el sexenio pasado ha cesado. Con la llegada de la nueva Presidenta, los capos de los grupos criminales se percataron que se acabaron los abrazos y que ahora las fuerzas armadas con el incorruptible OMAR GARCÍA HARFUH al frente, harán imposible la continuidad de la impunidad de la que gozaron.
Recorro calles y avenidas de municipios antes intransitables de Michoacán, Veracruz, Sinaloa, Tamaulipas, Jalisco, Guerrero y de otras zonas, así como carreteras y autopistas donde el riesgo de ser secuestrado o atracado era muy alto y, me doy cuenta que eso ya se acabó, la población por fin sale de sus casas, refugios o escondites y se abrazan, festejan la llegada de la paz y la tranquilidad a sus regiones.
En las noticias, en radio y la televisión, así como en las redes sociales, la nota viral es que México ha recibido el premio mundial por lograr erradicar el cáncer de la corrupción. Ningún servidor publico se atreve a robar del presupuesto público, e incluso todos se reconvirtieron al catolicismo y practican a rajatabla aquel mandamiento que dice” No robarás”.
A mis diez lectores les comento que existe total armonía entre la clase política y el pueblo, ya no existen los malos, todos somos buenos y sabios. Por cierto, desaparece en el lenguaje común de los mexicanos el término “polarización”.
Lo AGRIDULCE de todo lo anterior es que solo fue un efímero sueño, con su correspondiente resaca por la realidad que impera en nuestro querido México. Se vale soñar, con todo y que Chava Flores en una de sus tantas composiciones haya dicho: “A qué le tiras cuando sueñas mexicano”.
Al final, como dice la canción que interpretaba EMANUEL en los años 80 : “Quiero dormir cansado” y de esa forma escapar de esta cruenta realidad que nos rebasó en los temas de violencia e inseguridad en el sexenio que acaba de concluir, lo malo que las cosas continúan de mal en peor. Por eso, tomaré otra siesta. ¡HE DICHO¡