-AGRIDULCE: EL NACIMIENTO DE JESÚS Y LA NAVIDAD.
-LOS HOMBRES QUE HAN TRASCENDIDO EN EL TIEMPO CON SUS ACCIONES.
AGRIDULCE, EXRESIONES Y MÁS.
Con el Mtro. José A Ordóñez González.
La navidad es una tradición cristiana que festeja el nacimiento de JESÚS, el hijo de María y José, ocurrido hace dos mil doscientos veintitrés años, en condiciones paupérrimas en un establo que una familia en el pueblo de Belén les facilitó para resguardarse de la noche fría.
Con el nacimiento de Jesús, se acrecienta para una gran parte de la humanidad la esperanza de la llegada del Salvador, del Rey de reyes que muchas culturas en la antigüedad ya contemplaban en sus creencias religiosas. El Mesías que vendría a cambiar al mundo, dando su propia vida para redimir los pecados de los seres humanos.
Los cristianos, como muchos otros grupos que intentaron incorporar a otros a su fe para difundirla, se apropiaron de símbolos, ocasiones y festividades que ya existían anteriormente. En rigor, se desconoce si Jesucristo nació en la Noche Santa entre el 24 y el 25 de diciembre, según el actual calendario gregoriano, o entre el 6 y el 7 de enero, según el anterior calendario juliano.
Tras su crucifixión y muerte, sus apósteles continuaron la labor de llevar el mensaje del Maestro, a todos los rincones del mundo para ellos conocidos, y fundaron la Iglesia católica con todo y la persecución de que eran objeto por parte de los romanos, que incluso muchos de ellos murieron en el intento.
La trascendencia de JESÚS es tal que hasta la referencia del tiempo universal se introduce antes o después de su nacimiento.
Con Jesús, gran parte de la humanidad renovó sus esperanzas de un mundo mejor y respecto a la salvación de sus almas, amén de la resurrección que vendría con segunda llegada del Mesías y el juicio final.
Durante la historia de la humanidad algunos se erigen como auténticos Mesías, forjadores de esperanza y de una vida mejor y en muchos de los casos resultan ser falsos profetas que solo buscaban empoderarse y aprovecharse de las circunstancias.
A mis lectores navideños les comento que los seres humanos reconocemos y admiramos a aquellos que logran, con sus acciones, trascender en el tiempo; verbigracia Gandhi, Martin Lutter King Jr., Mandela, Pepe Mújica, Lula Da Silva, Abraham Lincoln, Simón Bolívar, Benito Juárez García, y muchos otros que han marcado la vida de millones de personas.
Con independencia de las creencias religiosas que podamos tener, JESÚS es sin duda un parteaguas en la historian de la humanidad, puesto que sus enseñanzas de amor al prójimo y la práctica de los valores morales han perdurado hasta nuestros días, al grado tal que en noche buena celebramos su nacimiento con la esperanza de un mundo mejor.
Lo AGRIDULCE del tema, es entender la capacidad de los verdaderos o genuinos liderazgos que predicando con el ejemplo han transformado la vida de sus conciudadanos, sin importar que en esa tarea se jueguen su propia vida. Habrá falsos profetas que con su verborrea inducirán a las masas a realizar determinadas tareas de tal modo que hagan su voluntad sin cuestionar absolutamente nada, siendo el caso más emblemático el de Adolf Hittler en Alemania.
El verdadero sentido de la Navidad es que Dios compartió nuestra vida humana para que nosotros pudiéramos compartir la vida divina. También es justo recordar a los que nos trasmitieron la vida y la fe en Dios y nos inculcaron valores de honestidad, generosidad, humildad, gratitud, solidaridad y reconciliación.
Al final, es época de estar en paz en familia; de recordar al niño Jesús de Nazaret que, un día como hoy llegaba a sufrir a este mundo terrenal, para recordarnos el propósito de la vida, dándonos una nueva oportunidad para enmendar nuestros errores y arrepentirnos de nuestros pecados Hoy renacemos con la tarea de amar al prójimo. ¡HE DICHO¡