-SE ACRECIENTA LA EXTORSIÓN Y COBRO DE PISO EN LA CIUDAD DE MÉXICO.
-GARCÍA HARFUCH NEGLIGENTE O CÓMPLICE.
AGRIDULCE, EXPRESIONES y MÁS.
Por el Mtro. José A. Ordóñez González.
La Delincuencia Organizada extiende sus tentáculos a la capital del país, llegan extorsionando y cobrando piso, tal y como ocurre desde hace dos décadas en otras regiones de México.
Sin duda que los grupos del crimen organizado que ya están en la ciudad de México, solo podrían operar como lo hacen en otras partes el territorio nacional, con la complacencia y complicidad de las autoridades.
Cansados de ser extorsionados, un grupo importante de dueños y choferes de Taxis, de la Organización “Taxistas Unidos por México” (TUM) solicitó la intervención de la jefa de Gobierno. El delito de extorsión del que son objeto los conductores de este servicio en diversos puntos de las alcaldías Iztapalapa, Tlalpan, Tláhuac, Álvaro Obregón y Gustavo A. Madero, se ha incrementado exponencialmente en la ciudad capital.
Sucede que llegan directamente con los encargados de las bases de taxis exigiendo una cuota semanal argumentando que ellos son dueños de las zonas y que por esa sencilla por eso se les tiene que pagar.
Los señalamientos en este sentido los hicieron los voceros de la organización, exigiendo la intervención de las autoridades competentes para enfrentar este grave problema de inseguridad.
Las organizaciones agremiadas a “Taxistas Unidos por México” denunciaron el acoso que vienen sufriendo por parte de distintos grupos delincuenciales, cobros de piso y todo tipo de extorsiones; así como las amenazas de muerte de que son objeto sus dirigentes por negarse a pagar y ser extorsionados.
Han solicitado la intervención de la Secretaria General de Gobierno, para que se coordinen acciones con las distintas áreas del gobierno y las organizaciones ciudadanas para buscar, soluciones inmediatas y garantías de seguridad de trabajo.
Los trabajadores el volante exigen que la jefa de gobierno CLAUDIA SHEINBAUM reciba a una comisión y le exponga de primera mano la problemática que en materia de seguridad sufren actualmente los trabajadores del volante.
Lo mismo sucede con los comerciantes formales e informales, como tianguistas, vendedores ambulantes, giros negros y muchos otros negocios, que son obligados a pagar cuotas (cobro de piso) a cambio de supuesta protección, con la amenaza de «pagas o cuello».
Los giros más afectados son los MiniSuper y tiendas de conveniencia con un 57.1%, seguido de las tiendas de electrónica y tecnología (celulares y accesorios) con el 43%, le siguen abarrotes y detallistas con el 38% y joyerías con el 35.7% y farmacias con el 33.9%.
El 65.2% de las extorsiones se dieron como dinero en efectivo y el 17.4% en activos, es decir en mercancía y los montos van desde los mil, hasta los más de 20,000 pesos.
Cabe señalar que el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad, de enero a mayo de 2022 registró 4,643 víctimas de extorsión en 4,347 carpetas de investigación abiertas por las procuradurías y fiscalías de justicia de las 32 entidades federativas. Sin soslayar que la mayoría de los casos no se denuncia por temor a las represalias de los grupos del crimen organizado.
A mis lectores les comento que, al denunciar, exponen sus vidas, por eso es importante reconocer el valor de quienes lo hacen, por lo que debemos ser solidarios con ellos; exigir a los encargados de salvaguardar la integridad y la vida de los hombres y mujeres, que se pongan a trabajar, a responder con todo el peso de la ley a los miembros de esos grupos delincuenciales que operan en la ciudad de México.
Lo AGRIDULCE del tema es que a la sociedad civil nos toca preguntarnos: ¿Acaso necesitamos conformar policías comunitarias? O bien ¿Será necesario que ante la negligencia o complicidad de las autoridades se requiera organizar a la población civil en autodefensas para defender esas fuentes de trabajo y su propia vida?
Al final, la delincuencia se acrecienta en la ciudad más importante del país, que representaba el último bastión intocado por la delincuencia organizada, al menos en el cobro de piso y la extorsión. ¿Bastarán los abrazos para apaciguar a los delincuentes? O será hora de cambiar de estrategia y renunciar a OMAR GARCÍA HARFUCH, proponiendo en su lugar a alguien más diligente que tenga la firme convicción de dar protección a los buenos ciudadanos y socavar el avasallamiento del crimen organizado en la capital. El que no ayude en esa tarea, que se haga a un lado. ¡HE DICHO ¡