ARDE TAMAULIPAS.
AGRIDULCE, EXPRESIONES y MÁS.
Mtro. José A. Ordóñez González.
Con todo y las buenas intenciones del gobernador DR. AMÉRICO VILLARREAL ANAYA, la violencia e inseguridad se ha desbordado en varias regiones de Tamaulipas, sobre todo en la capital y municipios aledaños, además en la zona ribereña, Reynosa, Camargo, Miguel Alemán pero sobre todo en Nuevo Laredo.
El asesinato del empresario Julio Almanza y los recientes secuestros han provocado la atención internacional y nacional- para mal- de nuestro Estado.
Esta escalada de violencia es provocada por los grupos de la delincuencia organizada qué buscan el predominio y control de zonas específicas del territorio tamaulipeco.
En principio, de acuerdo a las reglas competenciales, corresponde a la federación combatir los delitos cometidos por el crimen organizado, por poseer las herramientas legales, materiales (armamento) y humanas para enfrentar a estos grupos.
Es verdad que en esa tarea se requiere la colaboración de las autoridades estatales y sus policías, así como de la guardia nacional, ejército y marina. Ya basta de echar culpas a otros y dejar al pueblo a merced de los delincuentes.
A mis fieles once lectores les comento que no es en el papel, firmando convenios de colaboración o, haciendo juntas en mesas de seguridad a las 5 o 6 de la mañana, como se va a solucionar el grave problema de inseguridad que desde hace 18 años padecemos los mexicanos.
Lo AGRIDULCE del tema es dilucidar el fondo del problema. O los gobiernos de los tres niveles se ponen las pilas y dejan de ser negligentes; o, de verdad forman parte del problema, al quedar evidenciada su complicidad con los grupos criminales.
Al final, no dejemos solo al Gobernador, exijamos la inmediata intervención de la federación para pacificar el estado que hasta hoy arde por los hechos de violencia que generan los grupos del Crimen Organizado qué, por desgracia, pululan en todo Tamaulipas. ¡HE DICHO!