Cyrus Longworth Lundell, un botánico americano que investigaba el cada vez más rentable árbol del chicle, se topó en lo más profundo de la selva de Campeche con lo que parecían restos mayas. La consiguiente expedición arqueológica encontró una gran ciudad en excelente estado de conservación, pese a que la selva había ocupado todos sus rincones. La llamaron Calakmul, «ciudad de las dos pirámides contiguas» en lengua maya, por las dos enormes moles que dominan el emplazamiento.