-AGRIDULCE:-EL GRAVE PROBLEMA DEL AGUA EN MEXICO (4ª. y ÚLTIMA PARTE)
AGRIDULCE. Expresiones y más.
Por el Mtro. José A. ORDÓÑEZ González.
En el Registro Público de Derechos del Agua, se inscriben las concesiones de agua entregadas por la Conagua cada año desde 1992, información que es actualizada de forma trimestral.
Con todo y ese supuesto control, en las inscripciones no indica el estado actual de cada título de concesión: si está vigente, si fue renovado o si ya expiró.
De esta manera, los datos muestran un registro histórico del volumen de aguas nacionales concesionadas, más no es posible conocer si todos los títulos otorgados hace 30 años siguen vigentes hoy en día.
El volumen que está siendo explotado en el país corresponde a las concesiones entregadas durante un año, pero también incluye las concesiones otorgadas en años anteriores cuya duración no es precisada en el Registro Público precitado y que en este momento pueden continuar operando.
Esto significa que aun cuando el volumen de agua concesionada en 2021 disminuyó en 49 por ciento con respecto a la concesionada en 2020, la explotación del recurso hídrico en México no se ha detenido.
Aunque se reduzca la cantidad de concesiones otorgadas en los últimos años, la verdad es que los permisos entregados en décadas previas continúan. Hay tantas concesiones que no se necesitan más para explotar lo que aún queda de los recursos naturales.
Si duda que si se busca un cambio real lo que se debe hacer es revisar también la legalidad de las concesiones entregadas en años anteriores.
En ese tenor, si se toma en cuenta el volumen total de agua concesionada (que incluye tanto los volúmenes entregados en años previos como los otorgados durante cada año), en 2021 la cantidad de agua concesionada incrementó en 0.34%-por ciento en comparación con 2020.
Durante la década pasada, 2014 reportó el mayor aumento con un alza del 5.9 por ciento en el volumen total de agua concesionada en México, de acuerdo al Registro Público del Agua.
Al reducir las concesiones de agua, seguramente veremos la operación ilegal de pozos o tuberías de descarga. Existen pozos de extracción en el norte del país que se hacen sin una regulación adecuada, lo que genera fallas en el subsuelo porque se abren muy cerca unos de otros.
El cambio climático también ha tenido fuertes repercusiones en México. Ahora llueve en zonas del país en las que antes no llovía y viceversa. También se reportan más temporadas de sequía y precipitación extrema a lo largo y ancho del territorio nacional; se han alterado los ciclos de lluvia y la disponibilidad de agua en los diferentes estados del país.
El pasado 12 de julio, la CONAGUA publicó en el Diario Oficial de la Federación un Acuerdo por el que declara el inicio de una emergencia por sequía en el país. Esto porque en la actualidad 571 municipios no cuentan con el suficiente recurso hídrico que requieren para sus necesidades básicas, de acuerdo con este organismo.
El norte del país es la región más afectada, pues ciudades como Mexicali, Ensenada, Hermosillo, Guaymas y Nogales enfrentan un episodio de sequía extrema, que provoca afectaciones en la disponibilidad del agua para uso doméstico.
Cabe resaltar que no sólo es la sequía que se vive actualmente en el país, sino también los cambios en los patrones de lluvia. Durante diciembre de 2018, Coahuila reportó una precipitación pluvial de 19.3 milímetros, de acuerdo con los datos sobre Precipitación estatal de la Conagua.
Al año siguiente, esto es para 2019, la entidad registró una disminución del 81.3 por ciento en su precipitación pluvial durante ese mismo mes, con apenas 3.6 milímetros de lluvia.
Como datos históricos respecto a este tema, antes de 2018, la entidad había reportado una precipitación pluvial mayor durante el último mes del año: para 2016 fue de 23.8 milímetros y durante 2017 fue de hasta 35.6 milímetros.
Aunque el año pasado Coahuila registró un incremento en la precipitación pluvial con respecto a 2019, el aumento fue de sólo 38.8 por ciento con un reporte de apenas 5 milímetros de lluvia durante el mes de diciembre.
En ese contexto podemos decir que la escasez de agua es originada por el acaparamiento, pero también por el cambio climático. Para enfrentar el problema a las autoridades sólo se les ha ocurrido racionar el agua para la población, mientras que a las empresas ni siquiera las ha tocado.
Con tal cinismo, la propia Conagua reconoce que, en efecto, el volumen que las empresas tienen permitido extraer no se reduce una vez que la concesión ha sido entregada.
CONAGUA afirma que sólo en situaciones de emergencia (como son la escasez extrema o la sobreexplotación de los acuíferos), tiene facultades para tomar medidas que garanticen el abastecimiento de agua al resto de la población. Pero aun con todo y emergencias, la realidad es otra.
De todo ello deviene que CONAGUA solo es muy garantista con la gran industria. Si la disponibilidad disminuye entonces no se dan nuevas concesiones, pero tampoco se quitan las anteriores.
En teoría la Conagua puede ajustar los volúmenes concesionados a cada titular en casos de emergencia, pero la realidad es que en los hechos esto nunca ocurre.
Recientemente López Obrador ordenó mediante decreto la reducción de los volúmenes de agua de las empresas que gozan de grandes concesiones para proveer a las familias.
Los principales protectores de las grandes empresas que se corrompen al amparo de su posición en la CONAGUA, se quedaron con las ganas de sacar provecho como de costumbre.
Pero digamos con todas las letras quienes han sido los que más agua han concesionado en el país:
La Subdirección General de Administración del Agua de la Conagua es la autoridad que ha concesionado más volumen de agua en México con permisos para una extracción total de 72 mil millones de metros cúbicos, de acuerdo con datos del Registro Público antes aludido. Esto equivale a llenar con agua nacional 5.5 veces la presa más grande del país cada año.
Encontramos en el segundo lugar, a la Dirección de Administración del Agua del Organismo de la Cuenca Balsas con 31 mil millones de metros cúbicos de agua al año que equivalen a 2.4 veces el volumen contenido en la presa Belisario Domínguez. Esta dependencia gestiona el agua en ocho entidades del país: Estado de México, Tlaxcala, Puebla, Oaxaca, Morelos, Guerrero, Jalisco y Michoacán.
Resulta necesario un cambio urgente en la Ley de Aguas Nacionales. Pero hasta ahora no se ha logrado por la presión económica y política que hacen los grandes intereses y empresas metidas en el consejo consultivo de CONAGUA.
La activista Alma Rojas, al respecto aduce. “Los primeros que deben ser informados de que se va a otorgar una concesión tienen que ser los pobladores que habitan cada territorio”.
Desde 2018, la Organización social “Coordinadora de Agua para Todos” ha propuesto modificaciones para lograr una Ley General de Aguas Nacionales que garantice la preservación y adecuada gestión del recurso hídrico del país.
Entre los puntos importantes que propone tal organismo social es la creación de contralorías regionales, para que los acuíferos del país no sean controlados por los grandes poderes y que la población pueda monitorear su disponibilidad para tomar decisiones informadas. Al fin y al cabo, el agua es de todos y para todos, no para una clase privilegiada.
Si se perpetúa el sistema de concesiones actual, se seguirán explotando los acuíferos del país y el agua continuará disponible sólo para aquellas personas físicas o empresas que puedan pagar por ella.
A mis ocho lectores les digo: resulta obvio que la Ley de Aguas Nacionales está diseñada para regalar nuestro recurso hídrico al capital nacional y extranjero bajo esta idea de que todo es mercancía.
Lo AGRIDULCE en este tema es que los mexicanos nos damos cuenta que es necesario derogar esa ley y crear un marco jurídico que ponga en primer lugar al medio ambiente y a las personas. Cuando unas pocas empresas acaparan este recurso, al final se acaba el agua para todas las especies, no sólo para los seres humanos.
Al final el agua es el elemento necesario para la vida. ¿Será acaso que los corruptos de CONAGUA sean inmunes a la necesidad del vital líquido y por ello no les importe venderla al mejor postor?
Alcemos la voz que está el juego el futuro de las generaciones venideras. Cuando protegemos el agua, protegemos la vida como la conocemos. ¡HE DICHO ¡