Tras el debate han empezado a surgir voces dentro del Partido Demócrata que plantean la necesidad de un candidato que sustituya a Biden
Tras la débil actuación del presidente estadounidense, Joe Biden, en el debate contra su rival, el exmandatario republicano Donald Trump, han empezado a surgir voces dentro del Partido Demócrata que plantean la necesidad de otro candidato. Pero, a menos de cinco meses de las elecciones, ¿quién podría sustituirlo?
Fuentes cercanas al Partido Demócrata coinciden en señalar a EFE tres nombres: la actual vicepresidenta, Kamala Harris, y los gobernadores de California, Gavin Newsom, y de Michigan, Gretchen Whitmer.
Kamala Harris, una opción obvia con poca popularidad
Harris sería la opción más obvia no solo porque ocupa la Vicepresidencia, sino porque como primera mujer y primera afroamericana en llegar a ese cargo apelaría directamente a dos grupos electorales clave para los demócratas: los afroamericanos y las mujeres.
Tiene, además, la ventaja de la edad: con 59 años, no generaría las mismas inquietudes en el electorado que Biden, de 81 años, y marcaría un claro contraste con Trump, de 78, y quien divaga habitualmente en sus largos mítines conectando frases sin sentido y difundiendo información falsa.
Su desventaja: los números muestran que sus niveles de aprobación han bajado desde que llegó a la Vicepresidencia al pasar del 48,3 % poco después de asumir el puesto, en enero de 2021, al 39,4 % en la actualidad, según la media de encuestas del portal FiveThirtyEight.
Los republicanos han aprovechado la baja popularidad de Harris para atacarla. Durante el debate, emitieron un anuncio que sugería la posibilidad de que ella tendría que asumir la Presidencia en algún momento, insinuando que votar por Biden equivaldría en realidad a votar por Harris.
Harris, sin embargo, se ha mostrado fiel a Biden y poco después del debate le defendió en entrevistas en CNN y MSNBC. Además, en un acto el viernes en Las Vegas, afirmó que las elecciones no se van a decidir en una sola noche y consideró que los estadounidenses deben decidir “entre alguien que miente y alguien que lidera”.
Gavin Newsom, el nombre en boca de todos
Su nombre es quizás el que más ha sonado como posible sustituto de Biden, incluso más que el de Harris. Newsom, de 56 años, es una de las caras más frescas del Partido Demócrata: su popularidad en los medios de comunicación, redes sociales y su gobierno progresista lo han convertido en una opción ideal.
Además, ha hecho grandes esfuerzos para aumentar su perfil en todo Estados Unidos. El año pasado creó un comité de acción política llamado ‘Campaign for Democracy’ con el objetivo de apoyar a los demócratas en los estados más conservadores del país, algo que ha sido percibido como base para una futura campaña presidencial.
Entre sus ventajas destaca que es un comunicador hábil y tiene una imagen presidencial. Como desventajas, su cargo de gobernador de California y su pasado como alcalde de San Francisco lo expondrían a ataques de los republicanos, quienes suelen retratar a ese estado como excesivamente progresista y plagado de crimen.
Al igual que Harris, Newsom también se ha posicionado del lado del presidente. Cuando decenas de reporteros lo acorralaron después del debate con la misma pregunta “¿Está listo para sustituir a Biden?”, él consideró que ese planteamiento no era válido y que lo que había que hacer era apoyar al mandatario.
“No le podemos dar la espalda por una actuación ¿Qué clase de partido hace eso?”, espetó.
Gretchen Whitmer, una estrella en ascenso
Otra alternativa que ha cobrado fuerza es la gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer, una estrella en ascenso dentro del Partido Demócrata.
La gobernadora ganó perfil nacional durante la pandemia cuando se convirtió en uno de los blancos favoritos de Trump por las medidas que adoptó para evitar la expansión de la covid-19. El expresidente la apodaba despectivamente “esa mujer de Michigan”, mote que ella, hábil comunicadora, ha sabido aprovechar para definir su imagen pública.
En el punto álgido de los ataques de Trump, Whitmer fue objeto de un plan de secuestro y asesinato orquestado por un grupo ultraderechista, que las autoridades lograron desarticular, deteniendo a varios implicados.
Entre sus puntos fuertes destaca su posición como gobernadora de Michigan, un estado clave para las elecciones, y su capacidad para trabajar con la oposición republicana en la promoción de causas demócratas como el control de armas, el acceso al aborto y la protección de los derechos LGTBI+.
Su principal desventaja es su limitada proyección a nivel nacional, algo que ya está intentando remediar. El año pasado, como Newsom, lanzó un comité de acción política, ‘Fight Like Hell PAC’, para respaldar a candidatos demócratas en todo el país y ha escrito un libro titulado ‘True Gretch’, que se publicará el 9 de julio.
No ha descartado presentarse a la Presidencia, pero de momento su lealtad está con Biden.